Nos han humillado, por ser indígena nos discriminan. Pero en el fondo, no saben por qué estamos acá. Estamos huyendo de una guerra que a nosotros no nos pertenece, pero nuestra mamá no nació para vernos morir.
Yanet Velásquez, Embera Dóbida

Desde hace siglos el pueblo indígena Embera ha estado bajo amenaza. El trasladarse de un lugar a otro ha sido una forma de proteger sus pueblos de la colonización, de la violencia y del conflicto. En las últimas décadas, Bogotá ha sido parte de ese trasegar. Hoy es común ver en la ciudad mujeres Embera cargando en sus espaldas a sus hijos. Ellas llevan consigo la responsabilidad de la pervivencia cultural, trazan desde sus tejidos multicolores toda su historia, su presente y su destino. Llevan en su piel, sus trajes y su lengua narraciones y memorias milenarias.

Ante este panorama, las Escuelas Embera Wëra abrieron un camino para visibilizar el valor de sus prácticas culturales y reconocer a las mujeres como protagonistas en sus comunidades. Las escuelas fueron espacios de confianza, de cuidado, autonomía y libre expresión de las mujeres Dobida, Katío y Chamí que habitan en la Unidad de Protección Integral La Florida en Engativá y en el Barrio La Paz, bajo difíciles condiciones de vida y sobreviviendo a distintas violencias.

Como muestra del proceso se presentó en la sala El Exploratorio del Museo del Oro de Bogotá, el tránsito entre la labor artesanal individual y el tejido colectivo, fortaleciendo redes entre las mujeres que conformaron los grupos Embera Wera Neka, Embera Wera Jibusú, Embera Wera Iwaka y Nepono Werara. La exposición fue también una invitación para escuchar y aprender desde el corazón lo que estas mujeres expresan sobre su mirada, sus denuncias, sueños y esperanzas.

Las Escuelas Emberas Wera y la exposición fueron posibles gracias a la Secretaría de Cultura, desde el proyecto Transformaciones Culturales para la Paz. Los tejidos fueron adquiridos para la colección del Museo del Oro. 

Coordinadoras de las escuelas: Eroncia Conchabe, Lucía Queragama, Sebastiana Pepe y Maria Luz Mila Wazorna.

En colaboración con: María Belén Castellanos y Valeria Benavides.